La
última dificultad de la interpretación entre lenguas (y quizá la más
complicada) es evitar y traducir ambigüedades. La ambigüedad de un
discurso puede proceder de una complicación léxica (de las palabras), de la
estructura de la oración (sintaxis) o de la semántica (significado) de una oración.
La ambigüedad es una dificultad que afecta a las conversaciones que comparten un código y es aún más difícil evitar cuando hay que transmitir
la información entre dos lenguas.
Cómo
hemos visto, el papel del intérprete es transmitir adecuadamente la información
expuesta en una lengua por un participante a una segunda lengua para que
entienda un segundo participante. No solo traduce las palabras y la forma, sino también tiene la obligación de transmitir el significado de la oración o del discurso
completo. “Asimismo, si bien los contenidos de las lenguas son distintos, el
contenido traducido debe ser el mismo y, para tal fin, no puede ser idiomático,
sino inter o supra-idiomático (Pacchiarotti 2009:148). El léxico no siempre
aparece de una manera simple en el habla espontánea, y el intérprete tiene que
ser capaz de traducir el sentido de esos elementos del lexicón o contexto
cultural del hablante si la situación se presenta; chistes, frases hechas,
“vacíos” referenciales, y palabras intraducibles son cualidades de las lenguas
que pueden producir dudas y ambigüedades durante una interpretación.
El
primer paso cuando se encuentra una ambigüedad durante una interpretación es
identificarla. Es cierto que los intérpretes con menos experiencia suelen no
darse cuenta de que existe una ambigüedad, bien sea léxica o semántica. Mara Morelli, en su publicación de 2005 para
la Universidad de Granada, analizó la resolución de ambigüedades en unas
interpretaciones del español al italiano, realizadas por intérpretes de todos
niveles (incluso estudiantes). En su experimento, puso nueve ambigüedades
sintácticas a lo largo del discurso, en una distancia regular. En cada caso de
ambigüedad la parte siguiente de la frase la deshizo, así que el intérprete tenía que continuar escuchando para entender el contexto de la ambigüedad original. Lo interesante es que
ninguno de los intérpretes, ni los estudiantes ni los experimentados, dijo cuándo fue preguntado que percibía las ambigüedades durante la interpretación, pero un 80% las resolvió
adecuadamente (106).
Aunque
los sujetos no dijeron que habían percibido ambigüedades, una observación de la experimentadora de
los titubeos y pausas hechos por los intérpretes durante las partes ambiguas
implica que tuvieran problemas con la interpretación. Sobre todo, los intérpretes expertos tuvieron
más éxito que los estudiantes; un resultado esperado. Morelli hizo estas
observaciones sobre cómo desambiguaban los discursos los intérpretes: “casi
todos los sujetos interpretan la frase de acuerdo con la mayoría de casos
anteriormente desambiguados o encontrados, con especial referencia a su L1
[lengua materna]…Es cierto también que, apoyando las tesis de los modelos
lexicalistas, la ambigüedad sintáctica se interpreta a veces como si fuera
léxica” (107). Tiene sentido pensar que es más fácil abordar los problemas
lingüísticos usando como referencia la lengua materna. Por eso, no es
sorprendente que los resolvieran lexicalmente. Es más fácil explicar una duda
en la lengua materna usando palabras no ambiguas que encontrar una estructura
oracional que aporte la misma información semántica que la ambigüedad de la
lengua en cambio. Para decirlo de otra manera, aunque la ambigüedad se presentó
originalmente en la semántica oracional, el intérprete suele encontrar una
solución con la semántica léxica de su lengua materna porque, en su opinión, es
la manera más simple de explicar una idea.
De
verdad, “fidelity cannot be assessed with any degree of precision without
referring to the source-language speech” (Portillo Campos 2009:485). En
general, la fidelidad al sentido original del mensaje es muy difícil de medir,
sobre todo porque la interpretación es una transacción oral y no escrita. El
estudio de Morelli citado previamente trataba de una interpretación simultánea,
que intrínsecamente es un ámbito en el que la fidelidad es asumida y no verificada, porque la
transmisión ocurre instantáneamente. Es cierto que las ambigüedades lingüísticas
causan problemas para los intérpretes, bien si se lo dan cuenta o si no. Es difícil decir hasta qué punto estas dificultades afectan a la transmisión correcta de información pero con entrenamiento y experiencia los intérpretes pueden evitar
y/o derrotar esas dificultades de la ambigüedad.
Bibliografía de referencia
Morelli, Mara. "Estudio de la ambigüedad en la
interpretación simultánea español-italiano." Thesis. Universidad de Granada,
2005. Puentes 5 (2005): 99-108. Universidad de Granada. Web. 15 marzo
2014.
Pacchiarotti,
Sara. "La traducción del humorismo verbal: Entre semántica y traducción." Revista de Lenguas Modernas 10
(2009): 147-61.Universidad de Costa Rica, Revistas Académicas. Web. 18
mayo 2014.
Portillo Campos, Vilma, Alessio Zanier Visintin, and Ruth
Cordova Baruch. Main Problems of Language and Communication in Interpretation. V Foro de Estudios en Lengua Internacional. Universidad De Quintana Roo (2009): 481-491.
Web. 15 marzo 2014.
Vanhecke, Katrin. "La interpretación simultánea vista
desde una perspectiva cognitiva: Análisis de aptitudes para la
interpretación y propuesta metodológica de la enseñanza de la interpretación
en España." 104-106. Thesis. Ed. Emilio Ortega Arjonilla. Universidad de Málaga,
2008. Print.
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